
Introducción a la Resolución General 5636/2025
La Resolución General 5636/2025, emitida por la Dirección General de Aduanas de Argentina, representa un paso significativo en la modernización y optimización de los procesos aduaneros en el país. Esta normativa no solo se centra en la recaudación de impuestos, sino que también busca mejorar el control del movimiento de mercancías en la frontera. La resolución establece directrices específicas sobre la clasificación arancelaria, facilitando así el cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de los importadores y exportadores.
En un contexto global de comercio internacional en constante evolución, es esencial que las naciones ajusten sus políticas aduaneras para mantener la competitividad. La Resolución General 5636/2025 responde a esta necesidad al integrar y actualizar la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM). Esta nomenclatura, que actúa como un sistema de clasificación para el comercio de bienes, juega un papel crucial en la simplificación de las operaciones comerciales en la región. La correcta clasificación arancelaria, conforme a esta norma, garantiza que los productos sean identificados de manera eficiente, facilitando su tránsito y, a su vez, asegurando la recaudación adecuada de impuestos al Estado.
Los objetivos de la Resolución General 5636/2025 son claros: mejorar la transparencia en la clasificación de mercancías, reducir el tiempo de despacho aduanero y minimizar los riesgos de errores en la declaración de productos. Además, se busca la armonización con las prácticas internacionales, favoreciendo así un comercio fluido y legítimo. Al incorporar estos principios, la normativa se convierte en un instrumento esencial para el crecimiento y desarrollo del comercio exterior de Argentina, posicionando al país en un lugar más competitivo en el ámbito del comercio internacional.
Nomenclatura Común del Mercosur (NCM): Conceptos y Aplicaciones
La Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) es un sistema de clasificación utilizado por los países miembros del Mercosur para categorizar mercancías durante el proceso de importación y exportación. Este marco normativo permite la identificación y clasificación de productos utilizando códigos numéricos. La NCM no solo proporciona un método estandarizado para la clasificación arancelaria, sino que también facilita el comercio intra-Mercosur al eliminar barreras y simplificar procesos aduaneros.
La NCM se compone de numerosos capítulos, que abarcan diversas categorías de productos. Cada capítulo se subdivide en partidas, que describen de manera más específica los distintos tipos de mercancías. Por ejemplo, el Capítulo 01 se refiere a animales vivos, mientras que el Capítulo 08 abarca frutas y nueces. Esta organización jerárquica permite a las empresas clasificar sus productos de manera precisa, evitando confusiones que podrían surgir al utilizar sistemas clasificados de manera diferente en otros países.
La utilización de la NCM en la clasificación arancelaria es esencial para garantizar la transparencia del comercio dentro de la región. Los exportadores e importadores, al aplicar la NCM, pueden beneficiarse de preferencias arancelarias y acuerdos comerciales que se encuentran vigentes entre los miembros del Mercosur. Además, el uso de una nomenclatura común minimiza riesgos de sanciones o penalidades que pueden derivarse de una incorrecta clasificación aduanera. Por lo tanto, el conocimiento y dominio de la NCM por parte de los operadores de comercio es crucial para optimizar sus operaciones y asegurar el cumplimiento de normativas exigidas por las autoridades aduaneras.
Procedimiento de Clasificación Arancelaria según la Resolución General 1.618
El procedimiento de clasificación arancelaria de mercancías, establecido por la Resolución General N° 1.618, es un proceso fundamental que permite a importadores y exportadores asignar el código Nomenclatura Combinada del Mercosur (NCM) correspondiente a sus productos. Este proceso comienza con la presentación de la declaración aduanera, donde se requiere incluir detalles precisos sobre las mercancías. La información proporcionada en esta declaración debe ser clara y exhaustiva, ya que influye en la correcta clasificación aduanera.
Una vez que se ha presentado la declaración, la Aduana evalúa la información para determinar el NCM aplicable. Esto implica un examen detallado de las características del producto, así como un análisis del tipo de operación comercial que se está realizando. Importantes criterios a considerar incluyen la composición del producto, su uso final y su proceso de fabricación. La correcta identificación de estos elementos es esencial para evitar discrepancias en la clasificación.
Los importadores y exportadores deben tener en cuenta que una clasificación incorrecta puede acarrear serias consecuencias legales y financieras. Entre ellas se encuentran el pago de multas, recargos arancelarios y, en algunos casos, la retención de mercancías. Por lo tanto, es recomendable que las empresas se asesoren adecuadamente sobre normas y regulaciones arancelarias vigentes antes de realizar sus operaciones comerciales. La Resolución General 1.618 también establece mecanismos de apelación en caso de desacuerdos sobre la clasificación, lo que proporciona un marco legal adicional para las partes involucradas.
El manejo adecuado de este procedimiento es vital no solo para el cumplimiento normativo, sino también para asegurar la competitividad en el comercio internacional, siendo imprescindible que los actores involucrados se mantengan informados sobre los cambios en la legislación y las actualizaciones pertinentes en materia de clasificación arancelaria.
Implicaciones y Recomendaciones para Importadores y Exportadores
La Resolución General 5636/2025 de la Dirección General de Aduanas introduce cambios significativos en la dinámica de clasificación arancelaria, afectando tanto a importadores como a exportadores. Es esencial que los actores del comercio exterior comprendan las implicaciones de esta normativa, ya que una clasificación inadecuada puede resultar en sanciones severas, así como en demoras en la cadena de suministro. La correcta clasificación arancelaria no solo garantiza el cumplimiento regulatorio, sino que también optimiza los costos asociados a los aranceles e impuestos, permitiendo a las empresas mantener su competitividad en el mercado global.
Para ayudar a los importadores y exportadores a cumplir con los requisitos establecidos en la resolución, es recomendable implementar un sistema robusto de gestión de la información arancelaria. Esto incluye mantener registros precisos y actualizados de todos los productos que se comercializan, así como las tarifas arancelarias pertinentes. Asimismo, se sugiere realizar capacitaciones periódicas para el personal involucrado en la clasificación aduanera, asegurándose de que se estén aplicando las actualizaciones normativas de manera efectiva.
Otra práctica recomendada es consultar regularmente con expertos en comercio exterior y aduanas. Esto permite no solo estar al tanto de las últimas resoluciones, sino también obtener asesoramiento específico para situaciones complejas que puedan surgir en el proceso de importación o exportación. Además, es fundamental utilizar herramientas tecnológicas que faciliten la verificación de la clasificación arancelaria, contribuyendo así a minimizar los riesgos de errores.
Finalmente, los importadores y exportadores deben establecer procedimientos claros para la preparación y presentación de las declaraciones aduaneras, asegurando que la información sea precisa y esté completa. Un enfoque proactivo en la gestión de la clasificación arancelaria puede significar la diferencia entre una experiencia comercial fluida y la posibilidad de enfrentar sanciones indeseadas.

Off Topic es un autor que aborda temas de libertad individual y acción ciudadana en la web Libertad en Acción. Sus escritos ofrecen una perspectiva reflexiva y crítica sobre diversos temas de actualidad, fomentando el debate y la conciencia social.